Alberto Rojas Paz

Podría sentarme a mirar las estrellas

como un dios desterrado y forastero, sepultar los más antiguos deseos

y estar conmigo hasta la muerte.

De este lugar que no abandono yo provengo,

no me pidan que valla a salvarme lejos

si ya partí de mi mismo;

no me hablen del recuerdo que me ronda

si ya lo trague de tanta espera.

Dejen que me cuelgue del cielo,

que me disuelva la luz en la distancia.

Podría volar buscándome y haciéndome

por que esta noche regreso de un sueño

al estado mas central de la carencia.

Dormiré de puro placer por la ignorancia,

me dejaré abarcar por el silencio

y despertaré de otra manera.

No me anuncien otro día,

ni me pongan el sol como ejemplo,

voy a lo que no se y eso también es sabio.

No me esperen ni me busquen

porque puedo amanecer para siempre en otra parte.

Pero es hora de acabar con las palabras

por que ya me conté toda la historia.

Voy hacia mi, desnudo de lenguaje.

Alberto Rojas Paz

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Cuestión profesional

Atribuyo este desencuentro con la paz

al peregrinaje de mentiras que la ciudad me impone.

Camino como un hombre con zancos

que hace propaganda para su circo.

Y me aburro de este anarquismo,

de esta desconfianza prolongada

en la consecuencia y la honestidad.

Abro vientos de derrumbes.

Alberto Rojas Paz